Sembrando sonrisas en Sixaola

Archivado en: Historias EARTH
Fecha: 9 de Febrero de 2018

Sembrando Sonrisas es un proyecto dirigido por Karina Poveda (Promoción 2013, Costa Rica) que busca desarrollar espacios educativos para poblaciones de niños y jóvenes en riesgo social, abarcando temas de concientización ambiental, seguridad alimentaria, principios y valores. También, el proyecto busca desarrollar capacidades y compartir conocimiento con productores y mujeres en temas de empoderamiento, seguridad alimentaria, prácticas de agricultura sostenible, emprendimiento y valor agregado.

La iniciativa es una extensión del proyecto de graduación de Karina, que también estaba enfocado en una estrategia de fortalecimiento socio-organizacional en la comunidad de Tanagra, Limón, Costa Rica, de aproximadamente 200 habitantes.

“Maribel (Promoción 2013, Colombia), mi compañera de proyecto de graduación, y yo teníamos una sensibilidad que nos decía que hiciéramos el “PG” en algo social, pero no sabíamos qué. Luego de visitar la comunidad (de Tanagra) nos dimos cuenta de que había demasiadas cosas que podíamos hacer: huertas, manejo de plagas, de insumos. Pero vimos que el problema era más profundo. Así decidimos orientarnos hacia el fortalecimiento social y organizacional. Fue una experiencia muy enriquecedora”.

“Maribel (Promoción 2013, Colombia), mi compañera de proyecto de graduación, y yo teníamos una sensibilidad que nos decía que hiciéramos el “PG” en algo social, pero no sabíamos qué. Luego de visitar la comunidad (de Tanagra) nos dimos cuenta de que había demasiadas cosas que podíamos hacer: huertas, manejo de plagas, de insumos. Pero vimos que el problema era más profundo. Así decidimos orientarnos hacia el fortalecimiento social y organizacional. Fue una experiencia muy enriquecedora”.

 

En diciembre de 2017, se realizó una actividad de capacitación para más de 100 mujeres indígenas Ngäbe-Buglé y un día de campo para más de 200 niños que viven en Sixaola, en la zona fronteriza entre Costa Rica y Panamá.

“Cuando terminé el “PG” pensé, ‘¿cómo voy a dejar que esto se acabe aquí, que simplemente sea lo mismo que hacen otros que llegan, hacen un proyecto y se van?’. El líder indígena es un señor que está muy resentido, porque mucha gente llega a prometerles cosas y no las cumplen”.

“Cuando terminé el “PG” pensé, ‘¿cómo voy a dejar que esto se acabe aquí, que simplemente sea lo mismo que hacen otros que llegan, hacen un proyecto y se van?’. El líder indígena es un señor que está muy resentido, porque mucha gente llega a prometerles cosas y no las cumplen”.

 

Con esto en mente, Karina identificó a un grupo de personas que quisieran seguir trabajando de manera voluntaria, para añadir más temas de capacitación que sirvieran para mejorar la calidad de vida de los indígenas.

“Empecé identificando a las personas que querían seguir trabajando, haciendo algo por la comunidad. Comencé a buscar gente que pudiera enlistarse voluntariamente y trabajar conmigo”.

“Empecé identificando a las personas que querían seguir trabajando, haciendo algo por la comunidad. Comencé a buscar gente que pudiera enlistarse voluntariamente y trabajar conmigo”.

 

Los talleres facilitados abarcaron diversos temas, desde empoderamiento, nutrición, producción de alimentos en casa y emprendimiento. Además, se hizo una priorización de los temas de interés para ser impartidos en capacitaciones durante el 2018.
Por parte de la Universidad EARTH: la estudiante Jireh Mwamukonda (Promoción 2019, Malawi); Jorge Barahona y Melissa Arce, de Bienestar Estudiantil; Alexa Glo, de Rectoría; Valerie Rangel, del Laboratorio de procesamiento de alimentos; Kimberly Coto, del Programa de Desarrollo Comunitario; Ligia Araya (Promoción 2013, Costa Rica) y Karina Poveda (Promoción 2013, Costa Rica), del Programa de Desarrollo Comunitario, fueron los que hicieron la actividad de Navidad para la comunidad.

“El primer problema era ayudarles con su imagen. Ahí fue Jorge (psicólogo de EARTH) a ayudarme con ese tema de empoderamiento. Luego, pensamos en la comida. Su dieta habitual es muy pobre -a base de plátano- así que les llevamos comida como arroz y frijoles. Pero también pensamos que luego de eso ¿qué pasa? Es un juego de decisiones. Si tienes 5.000 colones tenemos que enseñarles cómo invertirlos de la mejor manera. Igualmente, Valerie (encargada del Laboratorio de procesamiento de alimentos) participó enseñándoles sobre cómo lograr una dieta balanceada. Además, les ayudamos a sembrar más vegetales como lechuga.  Finalmente, abordamos la generación de dinero y desarrollo de negocios. Un amigo personal, quien es administrador de la Universidad de Costa Rica, les ayudó a identificar sus habilidades para poderlas transformar en ganancias”.

“El primer problema era ayudarles con su imagen. Ahí fue Jorge (psicólogo de EARTH) a ayudarme con ese tema de empoderamiento. Luego, pensamos en la comida. Su dieta habitual es muy pobre -a base de plátano- así que les llevamos comida como arroz y frijoles. Pero también pensamos que luego de eso ¿qué pasa? Es un juego de decisiones. Si tienes 5.000 colones tenemos que enseñarles cómo invertirlos de la mejor manera. Igualmente, Valerie (encargada del Laboratorio de procesamiento de alimentos) participó enseñándoles sobre cómo lograr una dieta balanceada. Además, les ayudamos a sembrar más vegetales como lechuga.
Finalmente, abordamos la generación de dinero y desarrollo de negocios. Un amigo personal, quien es administrador de la Universidad de Costa Rica, les ayudó a identificar sus habilidades para poderlas transformar en ganancias”.

 

Aunado a esto, se realizó un día de campo con la participación de los niños, enfocado en reflexionar sobre sus derechos, sin importar su origen o etnia. Desarrollamos estaciones de juego divididas en grupos, para reflexionar en cada uno sobre temas como dignidad, estereotipos sociales, respeto a la diversidad y derechos de los niños y las niñas.

“Realizamos actividades recreativas con temática social y ambiental. Allí donde ellos viven hay pocos árboles ya que están rodeados de fincas bananeras. Por eso procuramos enseñarles sobre especies de flora y de fauna. Les hablamos del agua y su importancia, de la relación de ésta con la salud. También abordamos el tema de derechos, incluyendo los laborales, debido a que un importante número de los hombres son Ngöbes y se encuentran en huelga con empresas bananeras de la zona. Trabajamos igualmente en temas de autoestima y formación”.

“Realizamos actividades recreativas con temática social y ambiental. Allí donde ellos viven hay pocos árboles ya que están rodeados de fincas bananeras. Por eso procuramos enseñarles sobre especies de flora y de fauna.
Les hablamos del agua y su importancia, de la relación de ésta con la salud. También abordamos el tema de derechos, incluyendo los laborales, debido a que un importante número de los hombres son Ngöbes y se encuentran en huelga con empresas bananeras de la zona. Trabajamos igualmente en temas de autoestima y formación”.

 “Allá los niños no están acostumbrados a participar en actividad de esparcimiento o para divertirse, así que pensamos en una que les dejara algo a cambio, más allá de la tradicional entrega de juguetes”.

“Allá los niños no están acostumbrados a participar en actividad de esparcimiento o para divertirse, así que pensamos en una que les dejara algo a cambio, más allá de la tradicional entrega de juguetes”.

 

Además, en esta sesión contaron con la colaboración de una ayudante muy particular: Elizabeth Zurdo (Promoción 2015, Panamá), indígena Ngäbe-Buglé, quien actualmente labora como docente de agricultura y compartió su historia de superación personal.

“La experiencia de trabajar con Elizabeth fue espectacular. Notar la diferencia comparada a cuando la conocí en la Universidad: ya no era esta chica tímida sino una mujer empoderada. Contó su historia y cómo sufrió para estudiar. Yo le dije que quería que liderara y eso hizo, sin miedo. Les contó cómo tenía que caminar tres horas para ir a la escuela y que no podía ir al colegio; sin embargo, muchas personas la apoyaron para convertirse en agrónoma. Ahora tiene una hija y les mencionó que era capaz de seguir con sus estudios aunque fuera madre; creo que su historia de superación caló en las chicas de la comunidad”.

“La experiencia de trabajar con Elizabeth fue espectacular. Notar la diferencia comparada a cuando la conocí en la Universidad: ya no era esta chica tímida sino una mujer empoderada. Contó su historia y cómo sufrió para estudiar. Yo le dije que quería que liderara y eso hizo, sin miedo. Les contó cómo tenía que caminar tres horas para ir a la escuela y que no podía ir al colegio; sin embargo, muchas personas la apoyaron para convertirse en agrónoma. Ahora tiene una hija y les mencionó que era capaz de seguir con sus estudios aunque fuera madre; creo que su historia de superación caló en las chicas de la comunidad”.

 

Como buena earthiana, Karina sabe apreciar el valor de la educación y de las personas que se cruzan en el camino para salir adelante. Por esto, desde hace cinco años apadrina a uno de los chicos de la comunidad con los útiles necesarios para estudiar, ya que desde pequeño perdió a su madre. Sin beca, costear aspectos básicos como cuadernos y libros es prácticamente imposible.

“Cuando les pregunté quiénes iban a la escuela el próximo año, un señor me dijo que de cinco hijos, solo iba a poder mandar a dos a estudiar. Aunque la educación es gratuita, quienes no tienen acceso a beca no pueden pagar otro montón de cosas. Entonces empecé a hacer recolección de útiles y contactamos a una fundación que nos ayudó a llevar los útiles a todos los niños que no reciben ayuda económica. También lo hice porque yo pasé muchas necesidades para poder estudiar, pero en el camino siempre tuve a alguien que me pudiera ayudar. Entonces, si está a mi alcance la posibilidad de apadrinar a este chico, aunque sea con útiles, lo voy a hacer”.

“Cuando les pregunté quiénes iban a la escuela el próximo año, un señor me dijo que de cinco hijos, solo iba a poder mandar a dos a estudiar. Aunque la educación es gratuita, quienes no tienen acceso a beca no pueden pagar otro montón de cosas. Entonces empecé a hacer recolección de útiles y contactamos a una fundación que nos ayudó a llevar los útiles a todos los niños que no reciben ayuda económica. También lo hice porque yo pasé muchas necesidades para poder estudiar, pero en el camino siempre tuve a alguien que me pudiera ayudar. Entonces, si está a mi alcance la posibilidad de apadrinar a este chico, aunque sea con útiles, lo voy a hacer”.

 

En esa misma visita, Karina también abordó un tema de salud trascendental y que está causando enfermedades en las personas de la comunidad: el agua. En conjunto con la fundación Iron Kids of the World, realizó un trabajo de documentación fotográfica y entrevistas sobre la problemática de acceso a agua potable que padecen los pobladores de la zona de Sixaola, quienes utilizan pozos caseros para recolectar el agua de lluvia (contaminada por el uso de agroquímicos en las fincas bananeras y por otros patógenos).

“Si bien no contamos con exámenes médicos de sangre, heces u orina, a simple vista podemos determinar problemas de salud en los pobladores, tales como parásitos (distención de abdomen), afectaciones en la piel –granos y manchas-, y problemas de desnutrición, así como problemas gastrointestinales y respiratorios”.

“Si bien no contamos con exámenes médicos de sangre, heces u orina, a simple vista podemos determinar problemas de salud en los pobladores, tales como parásitos (distención de abdomen), afectaciones en la piel –granos y manchas-, y problemas de desnutrición, así como problemas gastrointestinales y respiratorios”.

 

Por esto, se espera que la documentación realizada respalde la campaña Iron Kids Ngäbe, que consiste en la venta de bolsos con diseños donados alusivos al agua, y con cada venta se financia la compra de filtros de agua potable que tienen una vida útil de 10 años.

“Un filtro vale 30 mil colones ($55 aproximadamente) y la idea es comprar 800 para las principales comunidades donde sabemos que no tienen acceso a agua potable.  El bolso cuesta 30 mil así que es bolso por filtro”. Foto: Facebook/Iron Kids of thee World

“Un filtro vale 30 mil colones ($55 aproximadamente) y la idea es comprar 800 para las principales comunidades donde sabemos que no tienen acceso a agua potable.
El bolso cuesta 30 mil así que es bolso por filtro”.
Foto: Facebook/Iron Kids of thee World

 

Para el 2018, los esfuerzos estarán dirigidos en seguir desarrollando espacios de empoderamiento y educación para niños, jóvenes y adultos, además de acompañar los procesos sociales relacionados con el acceso a fuentes de agua limpia, salud y educación. Además, se espera visibilizar, a nivel nacional, los problemas y necesidades que vive la población Ngäbe-Buglé de Sixaola.

“Este año queremos abordar el tema de embarazo adolescente, así como más temas en el campo agrícola, que es mi trabajo, y buscar más personas que quieran dedicar tiempo a conocerlos. Ellos están sumidos en una realidad muy cruda, y no ven nada más que eso”.

“Este año queremos abordar el tema de embarazo adolescente, así como más temas en el campo agrícola, que es mi trabajo, y buscar más personas que quieran dedicar tiempo a conocerlos. Ellos están sumidos en una realidad muy cruda, y no ven nada más que eso”.

 

En estos cinco años de trabajo, Karina ha establecido una relación muy importante con la comunidad, ha tenido un rol importante en el crecimiento de las personas del lugar, y los indígenas Ngöbes confían en ella y en su transparencia, además de ser una persona de confianza. Cuando le preguntamos si había recibido alguna retroalimentación, comentó lo siguiente:

“Una vez llevamos un grupo de EARTH y un señor de la comunidad, don Santos, les dijo: ‘nosotros antes de que llegaran ellas, éramos como una hoja caída en el suelo, y luego fue como un soplo que nos levantó para seguir luchando’. Te juro que esas palabras nunca las voy a olvidar. No lo sé si lo dijo porque habían visitas o no, pero calaron en lo más profundo de mí”.

“Una vez llevamos un grupo de EARTH y un señor de la comunidad, don Santos, les dijo: ‘nosotros antes de que llegaran ellas, éramos como una hoja caída en el suelo, y luego fue como un soplo que nos levantó para seguir luchando’. Te juro que esas palabras nunca las voy a olvidar. No lo sé si lo dijo porque habían visitas o no, pero calaron en lo más profundo de mí”.

 

Si quieres saber cómo ayudar a Sembrando Sonrisas contacta a Karina al correo kpoveda18@gmail.com. También, recuerda visitar la página de Iron Kids para adquirir un bolso, equivalente a un filtro para agua potable.

“Yo creo que una de las mejores maneras de ayudarles es yendo y conociendo la problemática. Yo te puedo decir ‘mira, es que este pueblo no tiene agua’, pero no te sensibilizas hasta no vivirlo. Pero no es solo ir, es ir con la disposición de ayudar. Eso sí, debe de ser gente que no espere nada a cambio, solo la satisfacción más grande por haber ayudado”.

“Yo creo que una de las mejores maneras de ayudarles es yendo y conociendo la problemática. Yo te puedo decir ‘mira, es que este pueblo no tiene agua’, pero no te sensibilizas hasta no vivirlo. Pero no es solo ir, es ir con la disposición de ayudar. Eso sí, debe de ser gente que no espere nada a cambio, solo la satisfacción más grande por haber ayudado”.

 

Colaboraron también en la actividad Laily Moreno de la Finca Integral Didáctica Loroco; Gloriana Ximendaz, fundadora de Iron Kids of the World; Marbelly Vargas de la Universidad Nacional Estatal a Distancia y Enrique de la O, Pastor Iglesia Luterana.
Fotografías por Ana Laura Araya.