En el último año, el Campus La Flor ha mantenido el escenario académico vivo y se ha llenado de nuevos proyectos que le permiten a la Academia de EARTH tener acceso a sistemas productivos que ya están funcionando, y que no dependen directamente de la operación de la Universidad. Para lograrlo, se han establecido alianzas con pequeñas empresas locales de Guanacaste, que trabajan en diferentes áreas de la finca para la producción de caña de azúcar, heno y ganadería. Cada empresa se ha comprometido con seguir la visión y la misión de EARTH y aplicar las buenas prácticas agrícolas con el fin de lograr un menor impacto ambiental.
En el campus hay dos secciones con manejos distintos del cultivo de caña: uno está a cargo de la empresa CATSA y otra sección es utilizada para reducir el riesgo de un incendio provocado por causas naturales o por algún cazador. A través de la cosecha verde, un método que se utiliza en lugar de la quema controlada y que permite tener un menor impacto en el medio ambiente al evitar la emisión de gases, EARTH logró cosechar caña de azúcar de una forma sostenible. Además, este proyecto permitió generar empleo justo durante el periodo de cosecha, contribuir con la reactivación de la economía local, apoyar a pequeños productores y poner en acción las buenas prácticas agrícolas.
Por otro lado, una pequeña empresa local se encarga de la producción de heno en el campus. Esta empresa participa en el Programa Bandera Azul Ecológica y en su labor cotidiana, aplica métodos sostenibles para la producción del cultivo. “EARTH obtiene muchos beneficios académicos de La Flor porque es un espacio para aprender sobre métodos de riego, producción en el trópico seco, producción de cultivos como arroz, camote, cebolla, pitahaya, plátano y la producción de heno y pastos de corta. Es un proceso en el que todos ganamos: el productor tiene el espacio para una diversidad de cultivos y la academia puede obtener datos de los métodos que se utilizan”, menciona Mauricio Segura, Director de la Administración Académica en EARTH.
En cuanto a la ganadería, a cargo del Ingeniero Agrónomo Óscar Fernández y su empresa familiar, se han comenzado a implementar las prácticas de ganadería regenerativa en 500 hectáreas dentro de la finca con un hato en proceso de certificar que está libre de brucelosis, una enfermedad infecciosa de distribución animal. Este proyecto también busca gestionar de forma adecuada los recursos hídricos, el suelo y las pasturas.
A través de los tres proyectos, se han recuperado canales de riego para la implementación de las buenas prácticas agrícolas, se ha dado un acompañamiento a las empresas locales y se ha fortalecido los vínculos con las comunidades aledañas. Por todo esto, el escenario académico se mantiene activo y abierto para la investigación, para la búsqueda de soluciones efectivas que procuren el mejoramiento del medio ambiente y para el desarrollo comunitario.