Sentidos e historias: Las ventanas de mi alma hacia EARTH

Archivado en: Noticias EARTH
Fecha: 23 de Septiember de 2019

Por: Sibani Ram, pasante en EARTH en 2019.

La luz del sol se filtró por la biblioteca de EARTH mientras Marcela y yo mirábamos, atentas, un video de danza fusión india. Nuestros ojos compartieron la pantalla durante treinta segundos, y de pronto estalló un impulso.   Pero ese impulso no fue una mera respuesta al video.   Fue un momento precioso y magnético en el que dos almas, una india-estadounidense y una chilena-costarricense, buscaron consuelo en el poder del arte.

Fotografía de dos mujeres sentadas conversando de frente.

Sibani Ram, pasante en EARTH en 2019

A menudo se cree que nuestros sentidos son túneles hacia nuestra alma, pero mi tiempo con Marcela (y mi tiempo en EARTH) me enseñó algo más.  Los sentidos nos dan el poder de resonar en otra alma.

En mi experiencia de pasantía en EARTH, mi compromiso sincero con los sentidos se manifestó en toda su fuerza y me llevó a conectarme con almas increíbles; estudiantes cuyas historias desbordan esperanza y la contagian. Pasando por una infinita gama de adaptaciones culturales, los estudiantes de EARTH moldearon gratos recuerdos de mi tiempo en esa Universidad.  Me ayudaron a crecer a través de mis experiencias, a empapar mi alma con la energía infinita de la diversidad.

Aquí les ofrezco mis inagotables notas de agradecimiento y admiración:

Creo que Marcela y yo hablamos por media hora.  Quizá hayamos compartido un videoclip de baile por medio minuto.  Pero mi interacción con ella significó una hermosa lección que internalizaré durante la próxima mitad de mi vida académica: permitir que mi mente se deleite con las artes, aun cuando esté formándome en las ciencias.

Descendiente de una familia de artistas, Marcela Muñoz es una bailarina que se convirtió en científica fitóloga. Para ella, llegar a EARTH fue un paso importante, pero para su familia, un paso enorme. Como científica que estudia el procesamiento de alimentos, se siente responsable de honrar a su familia desafiando la distancia con devoción académica para apoyarlos.  Marcela es la hermana menor de tres. Un hermano es escritor orientado a la filosofía y el otro un fotógrafo digital.  «Me dicen que me toca estudiar una carrera de verdad para ayudarles», comenta divertida. Por mucho que sus hermanos veneren el camino actual de Marcela, ella está conectada para siempre con las artes, pues moldearon su alma y la completan. Ella sueña con trabajar a la vanguardia del procesamiento de alimentos y la sociología, para luchar contra el hambre mundial, pero sin parar nunca de bailar.  La formación artística de Marcela aún persiste en su trabajo como científica y le sirve de inspiración.

Fotografía de dos mujeres sonriendo, atrás árboles.

Marcela Muñoz y Sibani Ram

La naturaleza práctica de la «vida en movimiento» del sistema de aprendizaje del trabajo de campo en EARTH evoca la espiritualidad y la emoción de bailar. La historia de Marcela dio forma a mis pensamientos. Siendo alguien cuyos intereses fundamentales yacen en la confluencia de las ciencias de la vida y la literatura, aprendí de Marcela que nunca debería renunciar por completo a uno por encima del otro. Al igual que la habilidad cinestésica de Marcela se desarrolló a partir del baile, mi expresión emocional jamás estaría completa si yo renunciara a escribir. Aprendí que la estructura de la vida universitaria no debería borrar el propio lienzo cultural de identidad artística, sino enriquecerlo. Solo así nuestra alma podrá hablar; solo así, nuestro sentido y propósito danzará y brillará para que el mundo lo disfrute.

Tal como me impregné del don artístico de Marcela, de Kawayne Bryan absorbí el espíritu de atleta. En una entrevista que se transformó en una introspección a su experiencia vital, oyendo su historia aprendí sobre la persistencia de conservar el orgullo de reiniciar. Kawayne nació y se crió en Jamaica. Dedicaba sus días a entrenar atletismo, y su viaje hasta EARTH no fue para nada predecible.

Cuando una traumática enfermedad lo obligó a buscar una nueva carrera y renunciar a su sueño olímpico, optó por la agricultura. Cambió su entrenamiento en las canchas por la química. Le interesa analizar el impacto del estudio de los suelos y su aplicación para aliviar la inseguridad alimentaria. Ahora, el nuevo objetivo de Kawayne es el de glorificar la agricultura, el de iluminarnos sobre la influencia del trabajo en el campo para ayudar a la humanidad.  «Para mí, los agricultores son como médicos», dijo.  «Así como un médico evalúa muestras de sangre, nosotros evaluamos las plantas y encontramos curas para enfermedades que resolverán la mayor crisis de la humanidad: el hambre.» Movido por la misión de EARTH y atraído por el entorno multicultural, Kawayne decidió convertir esa universidad en su nuevo hogar.

A pesar de haber tenido que abandonar el sueño de ser corredor, la revitalizante energía del ejercicio nunca lo dejó. Cada año sigue dando su máximo esfuerzo en la carrera de EARTH, y se entrena constantemente para mantener vivo su primer pulso de inspiración. Aunque yo estoy muy lejos de ser estrella deportiva, la historia de Kawayne me inspiró. Como ser humano, puede ser difícil ver cómo otros hacen realidad sus sueños, pero se vuelve aún más difícil si no entregas tu corazón a un sueño nuevo. En una conversación que súbitamente atravesó toda barrera cultural para explorar esa idea, la historia de Kawayne me recordó que reiniciar puede ser, en última instancia, muy refrescante. Es posible que nos veamos obligados a dejar de cultivar plenamente algo que nos apasiona, pero no hay por qué olvidarnos de esa pasión.

Gracias a Marcela y a Kawayne, así como muchos otros en EARTH, aprendí que la cultura no es una barrera sino un puente. Incluso mediante conversaciones breves, logro entender que no lleva mucho tiempo encontrar un terreno en común: conocer anécdotas simples y sofisticadas, que estimulen el aprendizaje sincero. Para mí, acostumbrada a un pequeño colegio público de los Estados Unidos, la belleza de un campus como el de EARTH se extendió mucho más allá del pintoresco paisaje de palmeras.  Reverberaba mucho más allá del canto matutino de las aves y de comenzar muy temprano en la mañana cobijada por este refugio natural.  No me sorprende que Marcela y Kawayne confesaran que lo que más extrañarán de EARTH son los amigos que conocieron y los lazos que forjaron, que perdurarán toda su vida.

A unas semanas desde mi partida, estoy de acuerdo con ellos.  La verdadera magia de esta universidad radica en su alumnado multirracial, una magia que atrae a almas de todo el mundo hacia un espacio compartido de innovación.  EARTH es un brillante ejemplo de la fuerza de la diversidad: hermosa, única y poderosa. Verdaderamente, es la esencia de la vida, que despierta los sentidos y nos invita a narrar historias como ninguna otra.

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