Tras graduarse, Forget Shareka (Promoción 2019, Zimbabue), quien formó parte del Programa de Becas de Mastercard Foundation en EARTH, decidió regresar a su país para poner en marcha un proyecto que comenzó a crear cuando era estudiante de tercer año: Chashi Foods. La idea de negocio nació con el propósito de reducir pérdidas poscosecha y apoyar a los agricultores de su comunidad, especialmente a mujeres, a través del secado de frutas y vegetales. Forget había hecho los primeros prototipos en el Laboratorio de Procesamiento de Alimentos (LPA) de EARTH, así que, al regresar a casa, ya había construido un manual para que Chashi Foods tomara forma dentro de un contexto real.
Cuando el negocio iba en marcha, Forget viajó a la Universidad de Edimburgo, en Escocia, para realizar una maestría en Emprendimiento e Innovación, justo cuando la pandemia por COVID-19 ponía de cabeza al mundo entero. A pesar de los retos que tuvo durante sus estudios de posgrado y su negocio, Forget encontró en ese tiempo su verdadera voz. Trabajó como pasante de innovación climática con la ONG Solidaridad, apoyando un laboratorio de sostenibilidad en Zimbabue desde Escocia, y analizó contribuciones climáticas nacionales, descubriendo lo desconectadas que están muchas veces las políticas públicas con las voces reales: las de los agricultores. Entendió que la acción climática debe venir desde las raíces. Y que ella tenía un papel que jugar.

Su trabajo, una guía de Agricultura Climáticamente Inteligente, la cual realizó con otras personas graduadas de EARTH, fue utilizada para capacitar a más de 100,000 pequeños productores y generó empleo para más de 700 personas en cinco países africanos. Durante ese proceso, aprendió que el conocimiento técnico sin traducción e inclusión no llega a quienes más lo necesitan, por eso, se aseguró de crear materiales en lenguas como el Shona, su idioma natal, para hacer que la información fuese más accesible.
Con el tiempo, esa visión se amplió. Forget se propuso entender cómo funcionan los sistemas, dónde están las brechas, y cómo se pueden construir soluciones reales desde dentro. Su trayectoria profesional dio un giro inesperado cuando comenzó a trabajar como oficial ambiental en una planta procesadora de carne. Luego, cambió completamente de sector, incorporándose al mundo de las telecomunicaciones, en donde hoy lidera proyectos de sostenibilidad y gobernanza ambiental.
Actualmente trabaja en un proyecto financiado por el gobierno del Reino Unido que busca conectar comunidades rurales a través de redes de fibra óptica. “Lo que me encanta es que sigue estando el componente rural. Yo crecí en una comunidad así, y sé lo importante que es incluirlas”, dice. Desde ahí, Forget realiza evaluaciones de impacto ambiental, evalúa rutas para la instalación de postes y ductos, asesora contrataciones públicas en temas de sostenibilidad, capacita equipos de campo y promueve acciones ecológicas, como la siembra de plantas para polinizadores.

“Crecí en el campo. La agricultura era nuestro sustento, nos daba ingresos, pero más que eso, me conectaba con la naturaleza. Hoy valoro profundamente esa conexión, porque ha moldeado toda mi carrera”, afirma. Forget entiende el cambio climático no como un fenómeno aislado, sino como un problema sistémico: una crisis que exacerba otras crisis como la pobreza, el hambre, el desplazamiento de personas refugiadas, la brecha de género y la marginalización de las zonas rurales.
Cuando llegó a EARTH, Forget se dio cuenta de que con las herramientas y los conocimientos necesarios, ella podía ser parte de la respuesta a esa crisis global. “Cuando llegué a la Universidad, me hice la promesa de que mi educación tenía que beneficiar a mi comunidad y dinamizar la economía local. No fue coincidencia que llegara a EARTH, fue el lugar y el momento correctos. Vine llena de propósito. Con esperanza de construir una comunidad más sostenible y con más oportunidades para prosperar”.
La meta actual de Forget es clara: sentarse en las mesas en donde se toman decisiones, hacer las preguntas correctas y asegurarse de que las voces invisibilizadas se escuchen. Sin duda, esta graduada ha cumplido la promesa que se hizo desde que fue estudiante de primer año en EARTH.