Jimena Rábago Aguilar (Promoción 2009, México)

Jimena Rábago Aguilar (Promoción 2009, México)

Luego de graduarse y tomarse un año sabático para cuidar a su hijo recién nacido, Jimena consideró una serie de proyectos que iban desde agricultura urbana hasta contabilidad de carbono y mitigación. Mientras exploraba estos posibles puestos de trabajo, Jimena obtuvo también varios diplomas de posgrado con especialización en programas de agricultura orgánica.    Esto la llevó a la Finca la Carrodilla, un viñedo orgánico construido en Ensenada, Baja California.  Desplazándose a diario desde su casa situada en la Ciudad de México, Jimena diseñó y supervisó la implementación de un plan de gestión agrícola, enfocándose en mejorar la salud del suelo mediante compostaje e inclusión de cultivos de cobertura.

En el 2013, se mudó a Ensenada para supervisar las operaciones agrícolas de los viñedos de La Carrodilla y de La Lomita, incorporando al modelo la producción a pequeña escala de aceitunas, vegetales, pollo, cordero y vacas lecheras. En el 2015, asumió la responsabilidad del almacenamiento y proceso de añejamiento, convirtiéndose en Gerente de Producción de Campo y Bodegas Vinícolas de ambos viñedos.  En total ella supervisa unos 20 empleados.

“Los suelos de las fincas muestran un avance interesante y hemos aprendido mucho acerca de cómo realizar la agricultura orgánica en zonas áridas, “comenta Jimena. Ella dice que están generando información para producir alimentos saludables con recursos limitados y que están planificando para medir científicamente indicadores de sostenibilidad. Jimena está profundamente motivada por la forma en la que la finca está ayudando a promover un desarrollo económico más equitativo. Con el apoyo de los dueños de la finca diseñó un modelo de microempresa para  cultivos alternos. Los empleados son socios de la microempresa y comparten el 50% de las ganancias. Además ha mostrado flexibilidad y ha brindado apoyo financiero a los empleados que desean continuar sus estudios.

“Las condiciones sociales y el manejo agrícola del Valle de Guadalupe son tremendos ejemplos de desigualdad y de explotación de recursos. He buscado crear un modelo alterno en el cual nos preocupamos por las personas y por usar menos recursos de una forma cada vez más inteligente”, indica Jimena.

Volverse más empática fue uno de los grandes resultados que Jimena atribuye al tiempo que pasó en EARTH. Señala que: “en EARTH, viví y estudié con estudiantes de muchas culturas y contextos sociales diferentes.  El estar inmersos juntos en una experiencia tan transformadora borró todas las barreras que esto pudo haber representado. Aprendí que en verdad todos somos iguales.”

EARTH, dice, le dio sentido. Y ahora cuenta con las herramientas y el amor para trabajar incesantemente por un cambio en busca de promover el bienestar.

Agrega que “los valores y el conocimiento que adquirí en EARTH me motivaron a seguir aprendiendo más y a trabajar siempre para lograr ese tan delicado equilibrio entre productividad, sostenibilidad ambiental y justicia social… Haber estudiado en EARTH me convirtió en una persona que de verdad quiere hacer las cosas bien y que tiene las armas para hacerlo.”


ALIADOS EARTH