Astrid proviene de Moquegua, una pequeña ciudad en el sureste de Perú. Descubrió su interés por la agricultura después de pasar tiempo con sus amigos en las fincas de sus familias.
A pesar de que ve a su país como uno muy fértil y rico en recursos, dice que la desinformación generalizada impide a muchos agricultores explotar su potencial.
Para colaborar con la solución a este problema, espera regresar Perú y educar a su comunidad sobre mejores prácticas de negocios agrícolas.
La producción orgánica le causa interés particular, y planea tener su propia finca algún día.