A Daniela siempre le ha gustado estar al aire libre. Sus dos abuelos tenían fincas en la zona semirrural de Chimaltenango, Guatemala, donde ella creció. Uno tenía una finca de café y el otro, de ganado.
Daniela espera aprender más sobre la producción animal, la protección de los recursos naturales y el riego. Espera tener su propio negocio de ganado algún día en Guatemala. Ella reconoce la agronomía como una forma de mejorar las vidas de las personas de su comunidad. “Me encantaría crear empleo para muchas personas en mi ciudad. Quiero educarlos sobre las formas de conservar nuestros recursos y la importancia de la reforestación. En los últimos 25 años, la mitad de nuestros bosques han desaparecido. Quiero hacer algo al respecto.”