La familia de Karen vive en la ciudad de Cusco, Perú. Los abuelos de Karen tienen una finca en una zona rural de Cusco que tiene un clima similar al de Costa Rica. Tienen árboles frutales y se crían diversos animales.
Karen ve que en el Cusco hay buena tierra para el cultivo de banano, café, naranja y papaya. “Quiero buscar siempre la sostenibilidad. Quiero enfocarme en la tierra que se parece más a la de Costa Rica, con un clima similar y trabajar en la producción para sacarle buen provecho a la tierra”. Karen se ha dado cuenta de que la controversia sobre la producción de hojas de coca ha resultado en el uso de productos químicos para detener su cultivo. El abuso de productos químicos debilitó la calidad de los suelos y junto con la controversia, desanimó a muchos agricultores, provocando que dejaran sus fincas y empezaran a buscar nuevos empleos. Karen ve la belleza de Perú y quiere animar a la gente para que siga- cultivando. «Todo tiene que tener algún beneficio económico para que la gente se interese, por eso tenemos que invertir en la preservación y sostenibilidad” y Karen planea empezar su propia finca sostenible, crear empleo y mejorar la producción en la zona.
