Sinfónica Juvenil de Costa Rica toca una nota de compromiso en la región

Archivado en: Historias EARTH
Fecha: 21 de Enero de 2012

Por Vanessa I. Garnica

 Hace seis años, un joven brillante de 15 años, se sentó entre la audiencia en un concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica Juvenil de Costa Rica, en el cantón de Siquirres cercano a la Universidad EARTH.

 El joven, Rodrigo Flores, ahora de 21 años, fue profundamente conmovido ya que nunca había oído a una sinfónica tocar en vivo.

 “Desde ese momento me enamoré de la música clásica”, afirmó Rodrigo. “Nunca imaginé que me podría interesar tanto por el violín, ver a la Orquesta Sinfónica Juvenil fortaleció mi amor por este arte”.

 Poco después de este concierto, Rodrigo comenzó a estudiar música clásica y violín, y este mes de enero, el joven fue invitado a tocar junto a la Sinfónica Juvenil de Costa Rica en su campamento anual, el cual tomó lugar en la sede principal de la Universidad EARTH.

 Durante los últimos ocho años, EARTH ha sido anfitrión de la Orquesta durante su campamento anual, donde los músicos practicaron hasta ocho horas diarias por un periodo de seis días. Su tiempo en la Universidad representó un equivalente a cuatro meses de práctica. Al final de su estadía, EARTH organizó una serie de conciertos gratis, donde la sinfónica tocó en una comunidad aledaña y en el campus de EARTH en Guácimo.

 Este año, la Sinfónica presentó el primer concierto en la comunidad de Cariari, donde asistieron más de 400 personas, y el segundo tomó lugar en el campus de EARTH frente un gimnasio repleto de estudiantes, funcionarios y miembros de comunidades aledañas a la Universidad.

 Entre esas personas presentes, se encontraban los padres de Rodrigo y familiares quienes viajaron de la comunidad de Siquirres para ver a Rodrigo tocar piezas como la Obertura 1812 de Tchaikovsky y los Maestros Cantores de Nuremberg de Richard Wagner.

 “Estamos muy orgullosos de él. Rodrigo nos tomó por sorpresa cuando nos comentó su interés en el violín a una edad ya avanzada”, dijo Gerardo Flores, padre de Rodrigo, quien todavía vive en Siquirres junto con la madre de Rodrigo, María Virginia Piedra. “Rodrigo duerme, come y vive para la música. Se ha convertido en su vida.»

 El señor Marvin Araya, director de la Orquesta Sinfónica Juvenil, dijo que tener a alguien como Rodrigo, que vino de la región de Limón, a tocar con ellos como invitado, les muestra a los niños en la audiencia que quizás ellos podrían ser parte de la sinfónica algún día.

 «Ésta es una experiencia muy gratificante que demuestra que el ciclo que comenzó en algún momento por fin se ha completado», dijo Araya, quien ha colaborado con la Institución por varios años y coordinado conciertos en diferentes comunidades cerca de las dos sedes de la Universidad.

  El Señor Araya, un músico reconocido en Costa Rica con un repertorio extendido, ha estado al frente de la Orquesta Sinfónica Juvenil los últimos 17 años.

 Además de exponer a las comunidades cercanas la música clásica, el concierto en EARTH también sirvió como bienvenida a los 115 estudiantes de primer año que ingresaron a la Universidad este mes.

Diddier Bolaños, estudiante de primer año de la región oriental de Nariño, en Colombia, estuvo presente en el concierto y dijo que nunca había experimentado un concierto de música clásica en su joven vida.

«De donde yo vengo, no tenemos mucha exposición a la música clásica», explicó Diddier. «Venir a EARTH y ver una orquesta sinfónica tocar en vivo es una experiencia increíble.»

Otro miembro de la audiencia, Mirta Escobar, visitó el campus desde la comunidad de Germania y comentó lo contenta que estaba con la presentación de la noche y con los esfuerzos de la Universidad EARTH para incluir a la comunidad en este tipo de actividades culturales.

 «Creo que fue un gran momento para estar aquí y escuchar esta maravillosa música que de otra forma no habría podido llegar a escuchar de haber vivido toda mi vida en (la provincia de) Limón», dijo Mirta, quien tiene un vínculo estrecho con los estudiantes de EARTH que visitan y realizan voluntariado en la escuela primaria de su comunidad. «Espero que este no sea el último concierto de este tipo al que pueda asistir».