Un camino más seguro para personas y animales

Archivado en: Historias EARTH
Fecha: 7 de Octubre de 2015
Foto aérea de la Ruta 32 que recorre el Parque Nacional Braulio Carrillo. Foto tomada por Giancarlo y Sergio Pucci/Costa Rica Aérea

Foto aérea de la Ruta 32 que recorre el Parque Nacional Braulio Carrillo. Foto tomada por Giancarlo y Sergio Pucci/Costa Rica Aérea

El campus de la Universidad EARTH está ubicado en la Ruta Nacional 32, a la mitad del camino entre la capital, San José y el puerto de Limón. A lo largo de sus 114 kilómetros, atraviesa bosques lluviosos, montañas, el Parque Nacional Braulio Carrillo, y corredores biológicos, ofreciendo un hermoso escenario natural a más de 13.000 conductores diarios que transitan la carretera. Estando ubicada entre tanta biodiversidad (Costa Rica alberga más de 500 mil especies de flora y fauna), la carretera representa un reto logístico para la vida silvestre de la zona. La situación parece que se volverá aún más complicada, pues el próximo año se planea ampliar la carretera para que tenga cuatro carriles, un divisor de concreto, paradas de autobús y ciclo vías. Aunque algunos consideran la muerte de animales en la vía inevitable- el graduado de EARTH, Adolfo Artavia (Promoción 2008, Costa Rica) vio una oportunidad única para hacer una contribución tangible a la conservación de la biodiversidad.

Adolfo nos muestra una boa constrictor que fue atropellada en la Ruta 32. Foto tomada por Julia Faro.

Adolfo nos muestra una boa constrictor que fue atropellada en la Ruta 32. Foto tomada por Julia Faro.

Cada dos semanas, entre marzo de 2014 y febrero de 2015, Adolfo dedicó un día a viajar a lo largo de la Ruta 32 y guardó las coordinadas vía GPS de donde encontró un animal muerto en la carretera entre Río Frío y Moín. Con la ayuda de voluntarios, logró registrar un total de 1.245 animales e identificar 94 especies diferentes de anfibios, mamíferos, reptiles y aves. Él descubrió que los anfibios (sapos, ranas, cecílidos) son el grupo más afectado, seguido por los mamíferos; especialmente zorros pelones, armadillos, perezosos, osos hormigueros y mapaches. Además, Adolfo entrevistó a más de 100 miembros de la comunidad, conductores de camión, de autobús y viajeros frecuentes, mencionando que “era esencial considerar a todas las personas que contribuyen a la conservación del ambiente, por eso no me conformé solo con los datos científicos. El problema es más grande de lo que la gente se imagina, pues muchos animales son heridos y logran escapar de la carretera, haciendo imposible que podamos rastrearlos”.

Analizando la información del GPS más la que recolectó de las personas de la comunidad, Adolfo identificó los principales lugares que deben tomarse como prioridad para construir pasos de fauna (por ejemplo, túneles subterráneos para animales terrestres y cuerdas para monos, ardillas y otras especies arbóreas). Estas medidas, junto a la señalización de la carretera y la sensibilización de la población pueden ayudar a salvar la vida de animales y personas. Adolfo trabajó para asegurarse de que los resultados de su estudio estuvieran disponibles para el público: “Tuvimos reuniones con varios ministerios nacionales y con el Consejo Nacional de Vialidad -CONAVI- (el desarrollador), para dejarles saber que un estudio a largo plazo existe y que menciona serias preocupaciones con respecto a la vida salvaje costarricense. Esta sería la primera vez que un estudio de este tipo ha sido incluido en la construcción de una carretera antes  de que el proyecto inicie”, manifestó.

Este infográfico demuestra los resultados del estudio.

Este infográfico demuestra los resultados del estudio y fue distribuido a lo largo de la Ruta 32.

El análisis  le sirvió a Adolfo como su tesis en Conservación de la Biodiversidad en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), de donde se graduó en diciembre de 2014. El trabajo fue realizado en conjunto con la Comisión Vías y Vida Silvestre.  Él menciona que su preferencia hacia una maestría con un fuerte componente práctico fue influenciada por la educación “holístico y experiencial” que obtuvo en EARTH.

“Fue muy difícil ver a los animales en ese estado tan terrible, pero espero que al estudiarlos podamos evitar su muerte en el futuro y hacer una carretera más segura para todos” mencionó Adolfo, y añade que está satisfecho de “haber creado algo que realmente fue un aporte a la conservación de la biodiversidad en este país.”

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