Hermanos Herrera demuestran su compromiso con la empresarialidad sostenible

Archivado en: Historias EARTH
Fecha: 16 de Febrero de 2012

Cuando los hermanos Fabrizio (Promoción 95) y Christian Herrera  (Promoción 96) de Costa Rica iniciaron sus estudios en EARTH, jamás imaginaron que 19 años después serían dueños de una empresa de exportación de frutas y vegetales. Actualmente su compañía, Del Huerto, S.A., exporta 450 000 piñas por semana entre otros productos como remolacha, zanahorias, repollo, camote, plátanos, melón y sandía; a Inglaterra, Puerto Rico, Italia, Estados Unidos, Rusia, entre otros destinos.

Durante sus primeros tres años en EARTH, cada uno puso en marcha su negocio como parte del programa de Proyectos Empresariales Jorge Manuel Dengo O. A través de este programa, los estudiantes de EARTH conforman y operan una empresa durante sus primeros años de estudio.

Cada proyecto empresarial se conforma por compañeros de clase de diferentes países, quienes deben preparar un plan de negocio y defender su viabilidad social, económica y ambiental. Los proyectos que son aprobados reciben de la Universidad un préstamo por $3 000 para producir y mercadear su producto. En su tercer año, cierra la compañía y analizan la rentabilidad y eficacia.

Por un lado, Fabrizio operó una empresa de engorde de ganado en un sistema semiestabulado, mientras que  Christian junto con otros cuatro compañeros, iniciaron una empresa de producción y empaque de piña para exportación llamada Cinco Locos.

El hecho de que estos dos hermanos se hayan convertido en propietarios de sus negocios junto con el 23% de graduados de EARTH, demuestra que el programa ayuda a formar líderes con una mentalidad empresarial.

Darles a los estudiantes el dinero para ejecutar sus propias empresas era una idea audaz en 1990 cuando fue creado el Programa de Proyectos Empresariales, el cual solo fue posible gracias a la donación de  la Fundación W. K. Kellogg. El rector de EARTH, José Zaglul, admitió que ellos nunca imaginaron que los proyectos iban a rendir tan buenos resultados.

 “Al principio se pensó que el fondo iba a durar solamente unos años y luego íbamos a necesitar conseguir de nuevo otro apoyo financiero”, explicó Zaglul.

Eso nunca sucedió. Los préstamos se reintegran con intereses y dos terceras partes de las utilidades generadas por cada proyecto se dividen entre los estudiantes, la otra tercera parte se regresa al fondo, hoy el fondo se mantiene por sí mismo. Y ya que aproximadamente el 80% de los proyectos generan ganancias o alcanzan un punto de equilibrio, el valor del fondos ha ido aumentado con el tiempo.

“Recuerdo que íbamos todos los miércoles en la tarde a trabajar en el terreno de las piñas. Nosotros éramos los peones, los contadores, los vendedores y los gerentes de la empresa”, comentó Christian.

Más de diez años después de que su proyecto empresarial fuera evaluado positivamente, Christian y Fabrizio hoy son los propietarios de Del Huerto. El 85% de los productos que manejan son piñas, las cuales compran a 130 pequeños productores de San Carlos y la zona del Caribe de Costa Rica.

Del Huerto trabaja principalmente con pequeñas empresas de propiedad familiar. Para la empresa el productor ideal puede mantener de forma sostenible un pequeño piñal en su patio.

“Queremos ayudar con la economía local  por eso trabajamos con productos de la zona y transportistas independientes”, recalcó Christian.

Sin duda, lo aprendido durante el programa de Proyectos Empresariales tuvo un gran impacto en los hermanos Herrera. Comprometidos desde su empresa con la responsabilidad social y ambiental, Del Huerto y sus  asociados donan el valor de una caja de piña por cada camión de fruta que reciben en la planta empacadora. Este monto va a un fondo para desarrollar diferentes proyectos en la comunidad. Actualmente, el fondo le brinda soporte a 40 proyectos, entre ellos ayuda económica para asilos de ancianos, donación de equipo para prevenir el ataque de  abejas africanas (una especie muy común e invasiva en la zona), mantenimiento de zonas verdes en la comunidad y la donación de un techo nuevo para la escuela primaria.

Asimismo, la empresa ha hecho un esfuerzo por ser ambientalmente responsable. Por ejemplo, la empacadora cuenta con un sistema de tratamiento de aguas donde el proceso termina con una laguna donde viven decenas de tilapias que sirven como bioindicadores que aseguran que el agua tiene suficiente oxígeno y los niveles de contaminación son bajos. Además, Del Huerto estimula a sus asociados a desarrollar sus propias áreas de protección ambiental, particularmente alrededor de fuentes de agua.

Fabrizio y Christian nos han demostrado que una empresa puede ser económicamente exitosa y a la vez contribuir al bienestar social y ambiental de su comunidad.