Un abrazo al optimismo

Archivado en: Historias EARTH
Fecha: 31 de Octubre de 2022

La primera vez que Kuruthumu Hemed Saidi (Promoción 2026, Tanzania) se subió a un avión, recorrió 400 kilómetros de Arusha a Zanzíbar, en Tanzania, sabiendo que después de ese viaje su vida no sería la misma. Subirse a ese avión y recorrer esa distancia tenía un objetivo que le dolía inmensamente: enterrar a su padre, decirle adiós a un hombre al que ella respetaba y amaba con todo el corazón; a una persona que había velado por el bienestar y el sustento de su familia. Perder a su padre también significaba perder el hogar que la había abrigado desde niña, y la estabilidad económica que la familia había conseguido con esfuerzo durante años. Kuruthumu y su hermana tuvieron que separarse de su madre para vivir junto a otros parientes adaptarse a un nuevo estilo de vida. De repente, se sentían itinerantes.

El viaje de Tanzania a Costa Rica.

La segunda vez que Kuruthumu se subió a un avión, viajó de Dar es-Salam a San José, Costa Rica, en un avión de la compañía KLM que le pareció enorme; tomó muchas fotos del despegué y de los cielos que iba atravesando; hizo escala en Ámsterdam y en Ciudad de Panamá y aprovechó cada parada para contarle a su familia todos los detalles de la aventura. Sabía que después de ese viaje, nuevamente, su vida no sería la misma. Pero esta vez era distinto: Kuruthumu viajaba a Costa Rica para ser parte de la Promoción 2023-2026 de EARTH. Venía con dos maletas cargadas de vestidos coloridos y de sueños concretos que esperaban materializarse.

Doña Chepita y Kuru.

Y ahora, ella está aquí, viviendo en un pequeño pueblo aledaño al Campus Guácimo con doña Chepita (Josefa Pereira), una de las anfitrionas que ha recibido a estudiantes que no son hispanohablantes y que, por tanto, viajan cinco meses antes de que comience el año lectivo para formar parte del Programa de Español e Inducción Intercultural, un curso intensivo para la inmersión del idioma y para acelerar la integración a la cultura costarricense. Kuruthumu vive con doña Chepita, cocina con ella todas las noches, aprende a decir nuevas palabras y asiste a clases de español en nuestro campus todos los días junto a otros jóvenes que también están aprendiendo la lengua. En enero del 2023, se mudará a las residencias estudiantiles junto a todos sus compañeros de generación. Para ella, llegar a EARTH significa haber encontrado un nuevo hogar, una mayor estabilidad, una segunda familia y un nuevo motor que la empuja a ser la mejor versión de sí misma.

En clases de español.

Aunque los últimos años han estado llenos de retos emocionales y económicos, Kuruthumu es el rostro del optimismo. Dice que lo heredó de su mamá. Dice que tiene la certeza de que todo en la vida sale mejor cuando se vive plenamente en el presente, que la tristeza es circunstancial, y, quesi dejamos que rija nuestras vidas, se convierte en un mapa que solo nos puede llevar a lugares oscuros. Su optimismo la trajo hasta EARTH. Logró ser admitida en un segundo intento. Cuando recibió la noticia de que había logrado asegurar su espacio en la Universidad, estaba por buscar un nuevo lugar donde vivir en Tanzania y no sabía cómo hacerlo. Se sentía desamparada. “Esta oportunidad llegó en el momento justo”, dice con un suspiro de alivio. Y así fue: Kuruthumu realmente encontró en EARTH un hogar que la sostiene mientras se nutre de nuevos conocimientos y se forma como profesional.

Kuru con su mamá y su hermana.

Para ella, estudiar agricultura es una oportunidad de ayudar a otras mujeres como su hermana y su madre. Formarse como ingeniera agrónoma es una forma de poner en marcha su creatividad, de buscar nuevas formas de contribuir con el bienestar de su país y de trabajar en un campo que le parece esencial, ya que, según dice “la agricultura es lo más importante porque nos da de comer”. En un futuro, espera tener un negocio agrícola que le permita crear nuevas oportunidades laborales y darle una mejor calidad de vida a su familia.

Si hay algo claro es que Kuruthumu probablemente se suba a un avión muchas veces más para seguir creciendo, soñando, seguir haciendo cambios en su vida que le permitan continuar abrazando el optimismo que tanto la caracteriza, el optimismo que ella irradia para llenar al mundo de luz.

¡Bienvenida a tu nueva casa, Kuruthumu!