Yohannes Bimrew Simegn: el ejemplo de un hombre que lucha por el bien común

Archivado en: Noticias EARTH
Fecha: 19 de Noviembre de 2021

Yohannes trabajando con los niños de su comunidad.

Yohannes Bimrew Simegn (Promoción 2025, Etiopía), becado por la Fundación Mastercard, es muchas cosas a la vez: es un inventor, un soñador y una persona determinada y curiosa que está en una constante búsqueda por innovar y mejorar el mundo. Creció en Gojjam, una comunidad rural con poca tecnología moderna en donde las y los habitantes practican la agricultura como principal fuente de ingresos. Desde muy temprana edad, trabajó en la granja de su familia cuidando a los animales y tomando otras responsabilidades para ayudar con la actividad económica familiar. Su padre y su hermano menor murieron cuando Yohannes era un niño y, por tanto, él asumió otras tareas pesadas en el campo.

A pesar de que la vida no era sencilla, todo esto fue una motivación para que él comenzara a explorar otros espacios de su interés. Tenía un deseo grande por involucrarse más con su comunidad y por desarrollar su pasión: aprender sobre tecnología e innovación.  Pasaba los fines de semana arreglando radios y aparatos rotos en su barrio y al mismo tiempo, comenzó a pasar tiempo con los ancianos de la comunidad, con quienes discutía soluciones a los problemas cotidianos. Con ellos conoció muchas historias sobre su padre. «Me contaron que a mi padre le gustaba plantar árboles, que lo hizo toda su vida. Hay árboles que sembró hace 30 años y que ahora están grandes. Los ancianos me dieron la responsabilidad que mi padre se había asignado a sí mismo cuando estaba vivo: comunicarme y unirme con los demás, y ayudar a otras personas», cuenta.

A los quince años, Yohannes recibió una beca completa para asistir a la Academia Internacional Lebawi en Addis Abeba, capital de su país. «Tuve la oportunidad de conocer a personas con diferentes experiencias y habilidades, eso me inspiró a trabajar en mis proyectos relacionados a la agricultura, la energía y la aviación». En ese entonces, él trabajó con adolescentes y les enseñó a reparar radios y linternas; prestó servicios de mantenimiento eléctrico a su comunidad; aprendió por sí mismo electrónica y diseñó su propio tablero eléctrico. Habiendo crecido sin electricidad, Yohannes inventó una luz de mano para su comunidad que funcionaba sin energía solar ni fuentes externas. Por último, participó en un concurso organizado por la Fundación Mastercard y la Comisión de Creación de Empleo de Etiopía. AAhí, presentó su proyecto, Hulubeje Sustainable Energy, que consistía en un generador solar y microhidroeléctrico y que aprovechaba el agua corriente para crear electricidad y modernizar la agricultura de los productores locales. Hulubeje fue uno de los proyectos finalistas y Yohannes ganó 5.000 dólares para la puesta en marcha de su iniciativa.

«Siempre me he sentido comprometido con la agricultura, pero no es fácil vivir en el campo. Yo he tenido oportunidades, pero mis amigos siguen viviendo en Gojam y no tienen acceso a las mismas posibilidades. Quiero innovar y mejorar la tecnología para repercutir directamente en la agricultura. Quiero integrar el método científico y  trabajar junto a otras personas para mejorar las condiciones de vida de mi comunidad y mi país”, agrega.

Los planes de Yohannes para su comunidad ya están en marcha: está trabajando en la incorporación de nuevas tecnologías como satélites, drones y maquinaria agrícola para mejorar las prácticas de las y los productores. Venir a EARTH ha sido el primer paso de Yohannes para alcanzar muchos de sus sueños. Ahora mismo, es parte del Programa de Español e Inducción Cultural, en el que está aprendiendo el idioma mientras se prepara para comenzar su camino por nuestra Universidad.

Siempre ha soñado con trabajar en proyectos agrícolas en toda África y sabe que EARTH le proporcionará las experiencias y los recursos para conseguirlo. «Durante esta experiencia, quiero compartir con personas de diferentes países que se enfrentan a diferentes problemas a través de soluciones diversas y reales. Quiero verme en estos cuatro años ampliando mi impacto en el mundo y desafiándome a mí mismo».

 ¡Bienvenido a nuestra casa, Yohannes!